A los aficionados a la jardinería les apasiona ver cómo crecen sus plantas, verduras y hierbas, incluso hasta un nivel obsesivo. Les encanta cuidar cada detalle de su jardín. Y si no tienen un trocito de jardín, entonces plantan en el balcón de la cocina o en la ventana del salón. Así que no hace falta tener una gran extensión de tierra para lanzarse a la jardinería, basta echarle ganas e imaginación.
Dicho esto, hoy en día resulta complicado dedicar todos nuestros esfuerzos y tiempo a la jardinería. Por ello, es necesario optimizar nuestros recursos y tiempo para poder cumplir con todas nuestras tareas pendientes. Aquí os dejamos 10 consejos para ayudaros a compatibilizar vuestra pasión por la jardinería con vuestra ajetreada agenda.
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1. Acelera el sistema para plantar bulbos
Si tienes que plantar muchos bulbos, prueba a usar una perforadora con pala que sea al menos 1,5 cm más ancha que el bulbo. De esta manera, los plantarás mucho más rápido.
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2. Apuesta por las plantas perennes
Al mantenerse año tras año, las plantas perennes te permiten ahorrar mucho tiempo y dinero. Las heucheras son un gran ejemplo de plantas que resisten a casi todo y además cuenta con diferentes variedades.
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3. Olvídate de arar la tierra
Arar la tierra es un trabajo arduo además de largo. Y aunque aporte una buena dosis de oxígeno a tu jardín, si lo haces anualmente acabarás con los hongos y otras formas de vida esenciales y beneficiosas para el terreno.
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4. Mantén limpias las herramientas sin esfuerzo
Puedes construir tu propio contenedor para autolimpiar y autoafilar tus herramientas de jardinería. Solo necesitarás una maceta de terracota de tamaño mediano, arena y aceite mineral. Las propiedades abrasivas de la arena mantendrán las herramientas afiladas, mientras que el aceite se ocupará de aportar el lubricante para que no se oxiden ni se ensucien.
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5. Utiliza el riego en piloto automático
Los sistemas de irrigación pueden ser sencillos (una simple manguera) o más complejos (como el que sale a continuación). En cualquier caso, el sistema suministra agua directamente a la planta filtrando agua en la tierra gota a gota. De esta manera, ahorrarás tiempo y no malgastarás un bien tan preciado como el agua.
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6. Mantén las malas hierbas bajo control usando abono
Quitar las malas hierbas se puede convertir en una tarea casi diaria, si no te deshaces de ellas desde el primer momento en que aparecen. Fabrica tu propio abono con restos de comida, paja, virutas de madera, hojas o agujas de pino, y úsalo en las zonas donde no quieres que salgan las malas hierbas. Es una manera estupenda de ahorrar dinero y mantener tu jardín en perfecto orden.
7. Planta verduras que necesiten poco mantenimiento
Algunas verduras resultan más fáciles de plantar que otras sin necesidad de mucho esfuerzo. Los tomates cherry son las primeras en esta lista de verduras que también incluye espárragos, cebollas, judías y pimientos.
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8. Haz un sendero de jardín con baldosas
Hacer un sendero para tu jardín es una tarea sencilla y barata. El método más fácil es utilizar tierra entre cada baldosa. Y si quieres mantener alejadas las malas hierbas, echa un chorrito de vinagre en la tierra. Y ¡voilá!
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9. Usa rellenos y despídete de las malas hierbas
¿Tienes muchas zonas donde salen malas hierbas? Resuélvelo con plantas de relleno. Aunque esto signifique tener que regar más, podrás dejar la azada en la caja de herramientas. Haz una pequeña búsqueda para ver qué plantas se darán mejor en tu zona.
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10. Utiliza plástico negro entre las plantas
Un método para acabar con las malas hierbas que no requiere ningún esfuerzo es evitar que vean la luz. Solo tendrás que cubrir las malas hierbas con un plástico de color negro y de esta manera se acabarán muriendo.
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