Cuando llega la primavera, parece que se despierta ese pequeño jardinero que todos llevamos dentro. Empezamos a pensar en cómo mejorar nuestro jardín o en qué plantas nos gustaría ver brotar. Pero antes de ponerte a plantar tu terreno, hay una serie de recomendaciones que te ayudarán a que tus plantas tenga una mejor germinación.
Con estos consejos, tu jardín comenzará la primavera con mejor pie.
1. Organiza un calendario
Decidir cuándo vas a plantar las semillas o las plantas en el jardín es fundamental para que estas gocen de una buena salud. Algunas pueden soportar mejor los cambios de temperatura o diferentes condiciones climáticas y, por lo tanto, las puedes plantar antes; y, en cambio, hay otras que necesitan temperaturas más cálidas. Haz una búsqueda online para entender cuáles son las tolerancias climáticas de las plantas en tu zona.
Decidir cuándo vas a plantar las semillas o las plantas en el jardín es fundamental para que estas gocen de una buena salud. Algunas pueden soportar mejor los cambios de temperatura o diferentes condiciones climáticas y, por lo tanto, las puedes plantar antes; y, en cambio, hay otras que necesitan temperaturas más cálidas. Haz una búsqueda online para entender cuáles son las tolerancias climáticas de las plantas en tu zona.
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2. Afila tus herramientas
Tener unas herramientas de jardinería adecuadas te facilitará enormemente el trabajo ya que completarás las tareas de manera mucho más rápida. Asegúrate de que las herramientas estén limpias y afiladas antes de ponerte manos a la obra.
Tener unas herramientas de jardinería adecuadas te facilitará enormemente el trabajo ya que completarás las tareas de manera mucho más rápida. Asegúrate de que las herramientas estén limpias y afiladas antes de ponerte manos a la obra.
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3. Ara la tierra
Para ayudar a que crezcan las plantas, es importante que ares unos 15-20 cm de la superficie de la tierra. Así, ayudarás a deshacer los terrones que se forman en invierno y «aflojarás» la estructura de manera que las raíces puedan crecer en la tierra.
Para ayudar a que crezcan las plantas, es importante que ares unos 15-20 cm de la superficie de la tierra. Así, ayudarás a deshacer los terrones que se forman en invierno y «aflojarás» la estructura de manera que las raíces puedan crecer en la tierra.
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4. Añade abono natural
Un par de semanas antes de plantar las semillas, aplica una capa de abono de unos 5-10 cm de ancho por toda la superficie del jardín. No hace falta que lo mezcles. Si no cuentas con mucha cantidad de abono, entonces espárcelo en filas donde luego colocarás las plantas de forma estratégica. De esta manera, a medida que las raíces vayan creciendo irán recibiendo los nutrientes del abono.
Un par de semanas antes de plantar las semillas, aplica una capa de abono de unos 5-10 cm de ancho por toda la superficie del jardín. No hace falta que lo mezcles. Si no cuentas con mucha cantidad de abono, entonces espárcelo en filas donde luego colocarás las plantas de forma estratégica. De esta manera, a medida que las raíces vayan creciendo irán recibiendo los nutrientes del abono.
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5. Moja las semillas
Para obtener un nivel de germinación óptimo, es recomendable mojar las semillas antes de plantarlas. Esta técnica te ayudará a ablandar la cáscara de la semilla y así permitir que la germinación se produzca antes y que mueran menos semillas antes de que broten.
Para obtener un nivel de germinación óptimo, es recomendable mojar las semillas antes de plantarlas. Esta técnica te ayudará a ablandar la cáscara de la semilla y así permitir que la germinación se produzca antes y que mueran menos semillas antes de que broten.
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6. Señala las filas
Para tener unas filas rectas, señala los extremos de las filas con unos postes de madera y únelos con una cuerda. Usa una pala de jardinería para hacer una zanja superficial siguiendo el largo de la cuerda para así tener filas rectas y separadas de manera uniforme.
Para tener unas filas rectas, señala los extremos de las filas con unos postes de madera y únelos con una cuerda. Usa una pala de jardinería para hacer una zanja superficial siguiendo el largo de la cuerda para así tener filas rectas y separadas de manera uniforme.
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7. Añade una pizca de sal Epsom
Esparce un poco de sal Epsom a lo largo de la zanja o fila donde hayas plantado las semillas para reforzar su germinación. La sal Epsom contiene niveles altos de sulfuro y magnesio que contribuyen a fortalecer las paredes celulares y mejorar los índices de germinación.
Esparce un poco de sal Epsom a lo largo de la zanja o fila donde hayas plantado las semillas para reforzar su germinación. La sal Epsom contiene niveles altos de sulfuro y magnesio que contribuyen a fortalecer las paredes celulares y mejorar los índices de germinación.
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8. Entierra macetas
Para aumentar la eficiencia del uso del agua en las plantas que tienen un sistema de raíces profundo, cava agujeros alrededor del perímetro de la zona donde vayas a plantar. Coloca macetas vacías en los agujeros y déjalas así, vacías. No las rellenes con tierra. Una vez que vayan creciendo las plantas, riégalas directamente mediante las macetas descubiertas. Los agujeros que hay en el fondo permitirán que el agua llegue más rápido a los sistemas de raíces.
Para aumentar la eficiencia del uso del agua en las plantas que tienen un sistema de raíces profundo, cava agujeros alrededor del perímetro de la zona donde vayas a plantar. Coloca macetas vacías en los agujeros y déjalas así, vacías. No las rellenes con tierra. Una vez que vayan creciendo las plantas, riégalas directamente mediante las macetas descubiertas. Los agujeros que hay en el fondo permitirán que el agua llegue más rápido a los sistemas de raíces.
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Cuidar de un jardín implica mucho más que plantar unas cuantas semillas en la tierra. Estos consejos y trucos te ayudarán a tener a tu jardín preparado para sus nuevas plantas, y que estas crezcan más fuertes y sanas.
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