Ahorra dinero gracias a estos 10 fantásticos consejos de jardinería

Con la ayuda de estos trucos mágicos de jardinería, podrás multiplicar tus plantas por dos, por cuatro o por mucho más. Al dividir las plantas perennes, conseguirás que se mantengan sanas y, con el tiempo, te ahorrarás dinero.
Y es que las plantas perennes son una inversión que haces una vez, pero luego te da beneficios año tras año con un frondoso follaje sin casi ningún esfuerzo por tu parte. Sin embargo, después de unos cuantos años, incluso las mejores plantas perennes acaban amontonadas o siendo demasiado grandes. Para que crezcan adecuadamente y transformen con su belleza otras zonas del jardín, sigue estos pasos para dividir plantas.
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1. Extrae las matas
El primer paso para separar tus plantas perennes es extraer las matas que hayan crecido demasiado. Cava un agujero lo bastante profundo alrededor de la planta ayudándote de una pala para aflojar las raíces y así extraer todo el sistema de raíces. Utiliza la pala a modo de leva para extraer toda la mata.
2. Divide
Una vez que hayas extraído la mata de la tierra, te toca dividirla en secciones más pequeñas. Idealmente, cada sección debería tener tres o cuatro grupos de brotes que salen del cuello de la raíz. Y, como mínimo, tienes que tener un brote y una raíz por sección. En algunos casos, las plantas se acaban separando de forma natural en secciones más pequeñas pero, en otros casos, les tendrás que echar una mano. Para dividir la mata, utiliza una pala de cavar o de jardín, un cuchillo serrado o simplemente sepárala con las manos. Si vas a dividir la planta iris germánica, The Spruce recomienda recortar las hojas para que tengan un largo de 15 cm y así evitar que pierdan agua mientras la planta se reajusta sola.
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3. Cava nuevos agujeros
Para proporcionarle a las raíces un espacio amplio, cava agujeros que midan el doble de ancho y de profundidad que las plantas divididas. Asegúrate de dejarles espacio también en la superficie ya que debes tener en cuenta el tamaño que alcanzará la planta en su madurez dentro de unos años.
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4. Fertiliza la tierra
Según la University of Georgia Extension Service, vertir fertilizante de liberación lenta o líquido en el agujero puede ayudar al crecimiento de las raíces. No obstante, un fertilizante de uso general (como el 10-10-10) puede dañar las raíces delicadas. El fertilizante de huesos es una excelente fuente potasio de liberación lenta ideal para este caso ya que favorece el crecimiento de las raíces.
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5. Planta las matas divididas
Si puedes, es recomendable volver a plantar las matas justo después de haberlas extraído y separado. De esta manera, ayudarás a reducir el estrés del trasplante así como el riesgo de que se seque la planta y se acabe muriendo. Planta las matas más pequeñas a la misma profundidad que la planta original y apisona bien la tierra de alrededor sin que quede demasiado apretada.
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6. Riega abundantemente
Una vez plantadas, riega con abundante agua cada división. Sigue regándolas con frecuencia hasta que el sistema de raíces se recupere completamente.
7. Prepara tu propio abono
Olvídate de comprar abono. Haz tu propia mezcla con restos de comida, ramitas e incluso bolsas de té usadas. Es mejor evitar los restos de carne ya que pueden atraer a animales.
8. Usa vinagre para acabar con las malas hierbas 
Si eres principiante en el mundo de la jardinería, igual te suena lo de que se puede usar vinagre para matar las malas hierbas. Es un método bastante atractivo. Es barato, es eficaz y no es tan tóxico como otras sustancias químicas que encuentras en las tiendas especializadas.
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Dicho esto, ten en cuenta que el vinagre puede afectar a la salud de las plantas que intentas proteger. Si decides usar vinagre como método contra las malas hierbas, resérvalo solo para las zonas del jardín donde no crezcan otro tipo de plantas para reducir el riesgo matar tus hortalizas o flores preferidas. 
9. Deja la hierba cortada en el césped
No te preocupes por la hierba cortada. En lugar de tirarla a la basura, deja que se descomponga de manera natural. Le proporcionará nutrientes al césped y al jardín, con lo cual, no tendrás que gastarte más dinero en fertilizantes.
10. Elige las plantas adecuadas
Cuando empieces a dar forma a tu jardín, escoge plantas autóctonas que suelan crecer en el medio ambiente donde te encuentras. Así, reducirás los gastos a la hora de regar y cuidar las plantas en la temporada invernal.
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